El Islam y la Mujer ( Sin Dioses)
Antes del advenimiento del
Islam, las mujeres árabes paganas generalmente disfrutaban un estatus
respetable en la sociedad; muchas de ellas, incluyendo a Khadija - la primera
esposa del profeta del Islam, tenían el derecho de emprender negocios y escoger
o rechazar sus esposos en una forma matrilineal; tomaban parte en la mayoría de
las actividades de la guerra o de la paz, incluyendo la adoración pública. En
el paganismo árabe orientado a las mujeres, las diosas tenían un estatus
especial; en la Meca, la diosa femenina Al-Uzza; en Taif, la diosa Al-Lat, y en
Medina, la diosa Manat, fueron las deidades más populares, y sus estatuas eran
más reverenciadas mientras que la estatua del estricto Alá eran casi
despreciadas.
La poesía pagana árabe
estaba dedicada principalmente a la belleza y la gracia de sus mujeres, y la
gloria de sus valores tribales en la paz y en la guerra. Y sólo prevalecía en
una tribu predadora de la Meca la maligna costumbre de enterrar vivas a las hijas.
Era altamente inusitado que un hombre de la sociedad árabe preislámica tuviera
más de una mujer en su casa; y es bastante seguro que la poligamia fue
introducida y fomentada por el profeta después de la revelación del Islam. Las
mujeres eran para producir el mayor número posible de musulmanes. Esto resultó
al final en la degradación del estatus de la mujer casada en la sociedad
islámica. Por doquier las costumbres árabes preislámicas permitían muchas
formas suaves de matrimonio en la tradición matrilineal y matrilocal, que le
daban libertad y decisión a la mujer como un ser humano completo; sin embargo,
las reglas artificiales del nikah Islámico redujeron el matrimonio a una simple
esclavitud sexual y social.
El profeta del Islam, antes
de ser profeta, se opuso al enterramiento de las hijas vivas recién nacidas;
estaba ansioso por trabajar por una mujer y eligió de buena gana casarse con
una mujer divorciada. El Islam primitivo continuó con la mayoría de las
tradiciones preislámicas; no había hijabs o velos para las mujeres de Medina; y
en una fecha tardía, sólo las nueve esposas de profetas estaban restringidas en
sus relaciones comerciales ya que los hogares estaban constantemente llenos de
visitantes. Sin embargo, las esclavas sexuales de los profetas no tenían
restricciones de ese estilo.
De hecho, el velo
semitransparente de media cara (hijab) era realmente una costumbre muy antigua
que se originó en los tiempos asirios, un símbolo de estatus y una marca de
distinción social para la mujer libre. La mujer árabe pagana preislámica de las
ciudades, a menudo llevaba el acostumbrado velo semitransparente de media cara,
pero las mujeres tribales nunca lo llevaron.
Más tarde, el Islam agregó
medidas para "la preservación de la modestia para la mujer" -como
bajar sus ojos en público, ocultar sus pechos y la joyería, y cosas similares.
Sin embargo, estas restricciones fueron extendidas posteriormente por los
seguidores del profeta mucho más lejos de sus intensiones originales, como
están expresadas en el Korán, y permanecieron más o menos como una fijación
permanente de la vida musulmana desde ese entonces.
Sin embargo y
posteriormente, la inseguridad del Islam primitivo se agregó a la exclusión de
la mujer, y 100 años después, durante el reinado de Abbasid Calif Harun ur
Rashid, las mujeres se convirtieron exclusivamente en juguetes sexuales y
máquinas de reproducción; y como mujeres casadas eran sólo sirvientas
-simplemente apéndices sociales de los hombres. Más aún, como esclavas
sexuales, las mujeres se podían comprar y vender libremente en mercados
abiertos de todos los países islámicos, y se podían hipotecar, rentar, o
prestar como regalos a los amigos. El mismísimo profeta prestó esclavas
sexuales a sus favoritos. No había límite al número de esclavas que uno podía
poseer; uno de los compañeros del profeta Hazrat Zubair Ibn ul Arvan, por
ejemplo, tenía 1000 esclavos y 1000 esclavas sexuales. El Islam tomó a la mujer
como la tierra para el hombre donde depositaría sus semillas.
El profeta mismo tomó parte
o guió casi 100 guerras o ataques de pillaje. Después de él, sus seguidores
continuaron la ofensa. Los fieros beduinos tribales islámicos con siglos de
experiencia en la guerra tribal cruel y sanguinaria probaron ser las tropas de
asalto ideales del Islam. Después de Irak, Siria cayó bajo el Imperio Islámico
en el 634 EC. Sin importar rendiciones, se llevaron a cabo grandes masacres en
muchos sitios; miles de hombres eran asesinados y las mujeres y niños eran
vendidos como esclavos; los monasterios eran saqueados, los monjes y
pueblerinos eran liquidados y las monjas, violadas. Después de la conquista de
Egipto, muchos de sus pueblos fueron pasados por la espada y su población total
fue erradicada. Grandes masacres también ocurrieron en Chipre y Norte de África.
La provincia romana de Irak, la provincia siria de Irán, y el Irán ya
conquistado produjo centenares de miles de esclavos, de esclavas sexuales, y
vastas tierras fértiles de estos otrora poderosos y civilizados países, donde
la mujer había sido tenida en gran respeto, por ejemplo, el Irak maniqueo, el
Egipto faraónico, y las civilizaciones del Norte de África.
Como en Egipto e Irán,
dondequiera que las armadas beduinas islámicas conquistadoras fueran, destruían
las culturas de las civilizaciones locales e imponían su medievalismo tribal
islámico asesinando inmisericordemente a los hombres y degradando a las mujeres
a esclavitud sexual perpetua. En pocas palabras, los bárbaros y beduinos
tribales islámicos hicieron a las civilizaciones superiores que la rodeaban lo
mismo que hicieron los bárbaros romanos a los altamente civilizados griegos de
la antigüedad. Mientras tanto, los beduinos islámicos continuaron sus asaltos y
secuestraron mujeres europeas para los mercados islámicos de esclavas durante
todos estos siglos Islámicos. La conquista de Siria forzó a la conversión de
miles de sacerdotes cristianos al Islam, quienes cambiaron su religión pero no
su profesión: se convirtieron en los férreos Mullahs Islámicos misóginos y no
sólo continuaron su magia y rituales religiosos sino que también continuaron el
medievalismo esencialmente cristiano, bajo el Islam.
En resumen, como resultado
de estas conquistas, destrucciones e imposición del medievalismo tribal
islámico, las sociedades bajo el Imperio Islámico fueron más allá que ninguna
otra en su exclusión total de la mujer del poder político y la influencia
social. La legislación islámica fue mucho más allá de cualquier cosa que el
profeta hubiera soñado originalmente en su religiosidad tribal al robarle a las
mujeres su lugar justo en la sociedad y en cuestiones de herencia. Donde el
Korán le daba a la mujer el derecho de heredar, los mullahs islámicos
inventaron la institución legalizada del Waqf -la base religiosa para excluir a
las hijas y sus descendientes de la herencia. Aunque el Korán le da a la mujer
el derecho de heredar, ella continua siendo una menor; usualmente sin educación
y necesitando un guardián que puede ser el padre, el esposo, o incluso el hijo.
De hecho, el estado de la mujer en el Islam está teóricamente exaltado, pero en
la práctica es totalmente deplorable.
La multiplicación del número
de harems (los sitios de residencia para las esclavas sexuales),
institucionalizada finalmente bajo el Califa Al-Walid II, enfatizó la
degradación inevitable de la feminidad bajo el Islam. Harun ur Rashid, el
Califa Islámico (gobernante) tenía 2000 esclavas sexuales; el Califa Mutwakkal
tenía 4000 de ellas; y cada mullah, oficial o soldado del estado Islámico tenía
algunos esclavos y esclavas sexuales que pertenecían a las naciones civilizadas
conquistadas. Al impedírseles aprender, experimentar o pensar por ellas mismas,
no es de extrañarse que difícilmente haya unas pocas mujeres sobresalientes en
1600 años de historia islámica, y aquéllas que por azar o por la fuerza de las
costumbres preislámicas antiguas, llegaran a la luz o a los pasillos del poder,
eran eliminadas tarde o temprano según las órdenes de algunos mullahs islámicos
piadosos y religiosos... de hecho, el antifeminismo violento del Islam ha sido
tan nefasto como la quema cristiana de cientos de miles de mujeres europeas por
brujería en los siglos XV, XVI y XVII. Los instrumentos de odio hacia la mujer
que poseía el Imperio Islámico, los mullahs y los Califas, continuaron
promoviendo la degradación de la mujer bajo el sórdido código legal islámico de
la Sharia, el sello final sobre el sometimiento total del elemento femenino. La
historia moderna del Islam es simplemente la continuación del medievalismo
tribal Islámico, sólo es moderna la tecnología, la fraseología y la fachada.
El islam y sus brutalidades
"El subcontinente indio
sufrió la humillación y la destrucción bajo el Islam, tal como la sufrió
África. El general islámico Mohammad Bin Qasim diezmó las grandiosas
civilizaciones budista e hindú. Actuando bajo órdenes de un representante del
Califa Islámico, Gobernador Hijaj Bin Yousaf (quien era un enemigo mortal del
Hazrat Alí y de la familia del Hazrat Hussein - algunos de los cuales se habían
refugiado bajo la protección del monarca budista Rajá Dahir en Sindh), Mohammad
Bin Qasim conquistó el reino en el 712 EC. Sus pillos y saqueadores demolieron
templos, destrozaron esculturas, saquearon palacios y asesinaron miles de
personas. Le tomó tres días a su armada islámica el aniquilar los habitantes de
Debal, y sus mujeres y niños fueron capturados para la esclavitud. Después
perdonó a muchos prisioneros y trató de establecer una regla de ley justa, lo
que enfureció al muy islámico y asesino gobernador Hijaj Bin Yousaf; por tanto,
Qasim volvió otra vez a la barbaridad Islámica y masacró entre seis mil y
dieciseis mil personas en Brahiminabad, sus mujeres y sus niños fueron enviados
a los mercados islámicos de esclavos en Arabia.
Este fue el comienzo de la
destrucción de la civilización India clásica de la antigüedad, y el comienzo de
la era medieval de oscurantismo islámico en India. El siglo XI fue testigo de
otro asesino y saqueador islámico, el Sultán Mahmud Ghaznavi, un agente del
Califa Islámico, quien arruinò totalmente la grandiosa civilización india y
saqueó y robo la mayoría de sus bienes. Cincuenta mil hindúes fueron masacrados
en solo uno de sus ataques en Somnath; invadió India más de 17 veces. Miles de
hombres y mujeres hindúes fueron enviados a los mercados afganos islámicos de esclavos.
Las altamente culturizadas y civilizadas hijas de las familias hindúes nobles
fueron vendidas a los iletrados, incultos y bárbaros afganos por el equivalente
de sólo un Franco (Libra/Dólar) cada una. Después de que cada musulmán afgano
tuviera cuatro esposas, hubo cantidad de superavit de mujeres; a esto, esos
malignos mullahs islámicos respondieron con una ingeniosa traducción de los
versos coránicos, probando que Alá permitía que cada mujer se casara con 18
mujeres al tiempo, junto con un número ilimitado de mujeres que hacían de
concubinas. Pronto, los nuevos instrumentos militares del Califa Islámico, los
Turcos y Mongoles, siguieron diezmando a la capturada ciudad de Delhi y
convirtieron la totalidad de India en un enorme campo de esclavos al aire
libre. El Sultán Firoze Shah Tughlaq - un legislador turco e islámico - tenía
100.000 esclavos y miles de esclavas sexuales en su harem; el piadoso Mongol
Islámico, el Emperador Shahjenan, tenía 15.000 esclavas y concubinas en su
harem personal. De hecho, los invasores y dictadores turcos islámicos hicieron
en India lo mismo que hicieron en Armenia - la totalidad de las razas de los
pueblos fueron exterminados. (Sin embargo, se le debe dar crédito al Emperador
Mongol agnóstico, humanista, y de mente secular, Akbar el Grande, quien se
rehusó a recibir el título de "Rey de los Musulmanes", y prefirió ser
llamado "la sombra de Dios"- porque, según declaró (de acuerdo con la
mentalidad y lenguaje de su era), su dios era la deidad benéfica y protectora
de todos los hindúes, musulmanes y otras razas de humanos y criaturas
semejantes. El renunció a su fe en el Islam y trató de usar su genio en crear
una religión pluralista que comprendiera las tradiciones de todas las
religiones e ideologías prevalecientes en la India. Incluso invitó a los
Sacerdotes Jesuitas cristianos para que desde Goa, llegaran a su palacio de
discusión ideológica, pero no se pudo tragar el mito infantil de Jesús como
Hijo de Dios).
El Imperio Islamico medieval
del Califato Turco de Osmania desapareció después de la derrota del Eje en la
Primera Guerra Mundial, con el ascenso del héroe secular turco Mustafá Kemal
Pasha. Sin embargo, pronto se metamorfoseó en el Imperio espiritual islámico
saudita moderno. Vale anotar que mientras que el muy cristiano Sacro Imperio
Británico Romano del Occidente requería destacamentos armados para controlar
los cuerpos de efectivos en todas sus colonias, el Imperio teocrático
espiritual Islámico Saudí del oriente dependía de las permanentes armadas de
clérigos -Mullahs e Imanes- estacionados en las mezquitas para controlar las
mentes de sus hombres -el control social, cultural espiritual y psicológico. Es
cierto que el Islam desmanteló las antiguas lealtades tribales árabes y algunos
de sus tabúes y tradiciones; sin embargo, creó una nueva tribu en el nombre del
Islam con el profeta mismo como líder, y su familia y tribu -Hashmis y Quresh-
adquirieron un estatus elevado y sagrado y reemplazaron a la tribu medieval
arcaica a la manera de una nueva tribu teocrática. Sin embargo, esencialmente
continuaron muchos de los antiguos ritos paganos de adoración, al igual que
muchos de sus tabúes y tradiciones. Las lealtades tribales de sangre fueron
reemplazadas con las nuevas lealtades religiosas tribales. En el nivel intelectual,
el Islam es simplemente la continuación de la Jahiliya (ignorancia) medieval
con los ropajes sagrados del Islam - la Jahilia Islámica (la ignorancia
medieval islámica). El Islam moderno es de hecho, simplemente una continuación
de la ignorancia tribal y la actitud mental retrógrada de carácter medieval.
Desde la llegada del
petróleo saudí, los petrodólares comenzaron a respaldar a los movimientos
extremistas islámicos alrededor de todo el mundo y continúan haciéndolo. Los
petrodólares saudíes han creado miles de centros Islámicos para el control y
propaganda social y política a lo largo de todo el mundo -las mezquitas; 1000
mezquitas fueron construidas en los Estados Unidos únicamente, sólo en los
últimos años. El lavado cerebral y la propaganda política islámica continúan en
estas mezquitas y madrasas -las escuelas religiosas-, al igual que en los
periódicos, magazines, programas de radio y televisión, todos islámicos. Todo
tipo de terrorismo extremista y fundamentalismo islámico emana y fluye del "Núcleo
del mal- el epicentro del horrible Islamismo- los saudíes". Porque el Alá
de los saudíes hace que sea obligatoria la sumisión de todos los humanos al
Islam. Aquellos que se rehúsen a someterse a Alá, o que difieran de la versión
saudita del Islam son llamados "el partido de Satán", y deben ser
eliminados por los saudíes o por sus zombies pagados, de cerebro lavado- los
musulmanes- llamados "el partido de Alá". Arabia Saudita es de hecho
el peor ejemplo de medievalismo islámico y de retrogradación mental y social.
La esclavitud fue legal en Arabia Saudita hasta 1960 cuando fue oficialmente
abolida ¡a raíz de una petición personal del Presidente Estadounidense no
musulmán John Fitzgerald Kennedy! Sin embargo, la esclavitud continúa con otros
nombres nuevos: las sirvientas domésticas extranjeras -la propiedad privada de
los bárbaros beduinos Islámicos. Los petrodólares saudíes continúan respaldando
a los mullahs extremistas y fundamentalistas, y continua atrayendo los estados
islámicos hacia la barbarie de las leyes Sharia Islámicas medievales, y los
saudíes continúan difundiendo el terrorismo islámico de los mullahs y el
totalitarismo teocrático Islámico por todo el mundo.
Irán, básicamente una
colonia espiritual islámica, es el abuelo del terrorismo islámico Chiíta, (los
Saudíes Sunnitas son una secta islámica como los cristianos católicos mientras
que los chiítas son como los cristianos protestantes). Este gobierno de Alá en
Irán es actualmente el más maligno estado religioso. Tortura, asesinato y absolutismo
islámico -una versión islámica del Nazismo de Hitler, del comunismo
estalinista, y del fascismo de Mussolini combinados. ¡Hubo más de 5195
ejecuciones políticas y religiosas sólo en 1983! Hace pocos años, se presentó
un proyecto de ley en el Parlamento Iraní solicitando que, de acuerdo con la
tradición del profeta del Islam, ¡se permitiera el matrimonio con niñas de 9
años de edad! Tampoco se permiten los derechos humanos en el Irán Islámico,
donde, de acuerdo con la Radio Irán en idioma inglés, el Espíritu Sagrado del
iman Khomeni sobrevuela Irán todo el tiempo. Se han mandado mujeres a la horca
por sospecha de crimen sexual. Incluso vírgenes demostradas han sido enviadas a
la horca, sin embargo, son colgadas sólo después de ser violadas, ya que el Islam
Iraní no permite ahorcar vírgenes. Irán ha usado el dinero de su petróleo para
fomentar revoluciones islámicas a lo largo de todo el mundo, y continua
haciéndolo.
Algeria, conocida por su
guerra civil islámica, continúa sus horrores islámicos. El absolutismo y
totalistarismo islámico se impone con fusiles y asesinatos, in interés de la
religión del Islam. Los hombres se asesinan con frecuencia por sus crímenes religioso-políticos,
mientras que las mujeres son asesinadas sólo por el crimen de ser mujer en un
país islámico. Miles son violadas islámicamente y más de 500 fueron asesinadas
únicamente en 1993. Las mujeres son asesinadas por no llevar el hijab (velo) o
por rehusarse a hacerlo cuando se las obliga, por rehusarse a comprometerse
según el estilo de matrimonio temporal iraní, por estar casada con hombres
extranjeros, y por trabajar y vivir solas. Ha habido víctimas desde 9 años
hasta 69 años de edad. Las mujeres a menudo son violadas y torturadas antes de
ser asesinadas. Miles se encuentran a sí mismas en prisión por razones
ilegítimas. Vale la pena mencionar que las mujeres tenían un estatus respetable
en la sociedad antes de la conquista de Algeria por el Islam.
Los egipcios, herederos de
las grandiosas civilizaciones faraónica y alejandrina, continúa padeciendo el
mal crónico del Islam. Reconocido por las miserias del hijab y de la mutilación
genital femenina, Egipto también es un centro de prostitución infantil para los
beduinos islámicos saudíes. En Egipto, cuatro de cada cinco mujeres son
forzadas a llevar algún tipo de hijab. La mutilación genital femenina es muy
común; hasta un 73% en el Cairo, y 95% en las áreas rurales. Se reportó que en
1995, un shaikh (dignidad religiosa) de la Universidad Al-Azhar de el Cairo,
emitió una fatwa (un decreto religioso), que anunciaba que el procedimiento de
mutilación genital femenina era "una práctica loable que honra a las
mujeres", y que era un deber religioso tan importante como orarle a Alá.
Sudán tuvo una larga
historia de conquista y represión islámicas. El totalitarismo y la barbarie
continúan hasta este momento. Actualmente, Sudán fue brutalizado por el
fascismo Islámico del General Numeri, respaldado por los saudíes. En 1992, se
emitió una fatwa que justificaba las masacres militares contra los no
musulmanes. La barbarie y genocidios islámicos continúan en Darfur hasta hoy
día.
La armada islámica de
Indonesia cometió un asesinato en masa de 200.000 no musulmanes de Timor
Oriental antes de que dicho país consiguiera su independencia. Ahora se conoce
el país por su religiosidad extrema, su corrupción, sus problemas
ento-religiosos, y el extremismo islámico.
Pakistán, un laboratorio
experimental del Islam, se ha convertido en un horror. No obstante los
centenares de miles de violaciones, secuestros y asesinatos bajo la mirada
aguda de la mismísima administración cristiana del Santo Imperio Británico
Romano en la época de la división religiosa del subcontinente indio en 1947 por
el Imperio Británico Cristiano, cuando medio millón de personas fue forzado a
emigrar, Pakistán nunca ha hecho ningún avance hacia la civilización. Pakistán
es un centro de fundamentalismo, extremismo, y terrorismo islámicos. La
mismísima armada islámica de Pakistán invadió su provincia de Pakistán Oriental
en 1971, asesinando cientos de miles de musulmanes y no musulmanes bengalíes, y
violando medio millón de mujeres de 9
a 69 años de edad, en su intento de crear una raza mitad
Pakistaní, mitad Bengalí, que sería leal al Islam y a Pakistán. En 1974, el
ejército Pakistaní invadió su provincia de Baluchistán, con similares
calamidades como resultado. En 1980, el General Islamista Zia ul Haq forzó más
islamización bajo la presión saudita para que se introdujera la Sharia islámica
tribal y medieval. Además de las oraciones públicas obligatorias, hubo leyes
islámicas brutales que penalizaban actos sexuales muy naturales, que también
penalizaban la supuesta blasfemia: la represiva Ordenanza Hudood y las infames
leyes de Blasfemia. Miles de mujeres inocentes continúan sufriendo bajo estas y
otras leyes islámicas fascistas por simples rumores. Las mujeres violadas han
sido enviadas a la horca por el crimen de haber sido violadas. (La Sharia
islámica es el único sistema de ley que castiga a las víctimas: Fatemollah). El
estado Pakistaní ha probado ser un instrumento obediente y siniestro en
servicio del terrorismo y fascismo islámico de los mullahs. Pakistán creó el
odiado Talibán afgano y muchas otras organizaciones similares en Afganistán.
Organizaciones similares continuan floreciendo en Pakistán y siguen tratando de
crear un estado islámico fascista y totalitario. A pesar de fuertes
pronunciamientos de lucha en contra del terrorismo islámico, el mal continúa
floreciendo. Sin duda alguna, Pakistán es una fuente principal de suministros
para el terrorismo Iraquí. El comercio de drogas ilícitas continúa bajo la
bendición de los mullahs islámicos y del ISI (La Inteligencia Militar
Islámica). También hay centros de prostitución islámica en cada ciudad islámica
del Pakistán Islámico, donde se obliga a sufrir a las secuestradas y las
mujeres no islámicas. Los intelectuales seculares, liberales y racionalistas
continúan sufriendo en Pakistán, como las víctimas de la infame Inquisición
Cristiana de la Europa medieval. Así como las iglesias cristianas quemaban
herejes, los mullahs islámicos los condenan por blasfemia.
La vigilancia eterna es el
precio de la civilización
Mientras el fundamentalismo,
la superstición, la ignorancia, la falta de derechos humanos, las mutilaciones
genitales femeninas, la reclusión forzada de la mujer dentro de sus casas y sus
hijabs; el extremismo religioso, el fundamentalismo, los atentados suicidas con
bombas, y el terrorismo islámico continúan siendo los mayores logros de los
estados y sociedades musulmanes que están bajo la influencia del Imperio
Espiritual Islámico Saudí de los petrodólares, o del área de influencia
iraní-chiíta bajo el dinero chiíta obtenido del petróleo; ya es tiempo de que
el mundo civilizado despierte del estupor del multiculturalismo y de la
tolerancia ciega ante la intolerancia organizada; porque la enfermedad ya se
está diseminando aquí mismo. Muchos de los actos de los estados y sociedades
islámicas, de sus organizaciones e individuos, son bárbaros y medievales; la
decapitación de rehenes inocentes, las penas de muerte y asesinatos por razones
religiosas; la cercenación de manos y pies; la lapidación hasta la muerte a
mujeres por haber sido violadas o por acusaciones de relaciones sexuales
naturales; asesinato por honor basado en simples sospechas, hombres-bomba y
actos de terrorismo; estos son los indicativos de una enfermedad profundamente
arraigada. El asesinato en el nombre de un misericordioso Alá es pura
hipocresía.
El surgimiento del Islam
extremista patrocinado por saudíes es un peligro a la civilización en todo el
mundo. Todos los musulmanes extremistas son terroristas potenciales y soldados
de Alá. No debe haber tolerancia para esta intolerancia organizada
religiosamente en contra del liberalismo, los derechos humanos, y el estatus de
igualdad de la mujer, al igual que otras manifestaciones de nuestra
civilización. A los musulmanes en sociedades democráticas y civilizadas se les
debería exigir que juraran lealtad al estado y a la democracia. El derecho
político al voto para aquellos cuya lealtad política se encuentra en algún
desierto lejano no sólo es dañino sino suicida para el estado, al igual que
para la ideología y el sistema de la democracia misma. ¿Derecho político a
votar por aquéllos que desean destruir el sistema de la democracia misma?
Piénsenlo bien, Damas y Caballeros.
No hay lugar para el
optimismo por un Islam liberal. Casi todos los estados Islámicos han fallado al
apreciar los derechos humanos básicos de su gente, sus mujeres y sus minorías.
Los saudíes y los emiratos son los peores transgresores y padrinos financieros
del fundamentalismo, extremismos y retrogradación islámica dondequiera la haya.
Pakistán, por ejemplo, después de suplir a Irán y a Korea con secretos
nuclerares, continúa ofreciendo la peligrosa tecnología; Vietnam y Brasil son
los nuevos compradores. El terrorista nuclear Dr. Abdul Qadir Kahn está a
salvo, bien protegido y patrocinado por el estado de Pakistán, con total
impunidad, por supuesto.
¡Escuchad, gente civilizada!
Ayer rehusáistes reconocer los peligros inherentes en el ascenso de las
ideologías Nazi Cristiana y Comunista. Ayer respaldasteis a los Talibanes
Islámicos sin importar que hubieran aplastado bajo sus pies los derechos de sus
mujeres. Vuestro rechazo a confrontar al Islam militante de hoy día podría
costarnos algo mucho más valioso que nuestras propias vidas - nuestro apreciado
logro- nuestra civilización. Las creencias tienen consecuencias - lo fundamental
del Islam para la retrogradación mental, social, intelectual y cultural; las
ofensas organizadas contra las mujeres y las minorías; el fundamentalismo,
extremismo y terrorismo moderno son imposibles de negar. "Religiones de
paz y tolerancia" son sólo palabras vacías.
¡El Islam es un crimen
organizado contra la humanidad!
Younus
Shaikh nació en 1955. Él es doctor médico y conferenciante en una universidad
médica en Islamabad, Pakistán. El Dr. Shaikh es una activista del racionalismo
en su país y colabora con la Asociación Racionalista India desde 1992, y
preside la organización racionalista de Pakistán, "La Ilustración",
la cual ayudó a fundar. Su trabajo entusiasta en medio de tanto osurantismo lo
ha colocado bajo una condena a muerte por blasfemias contra el profeta Mahoma,
al haber afirmado que Mahoma no se hizo musulmán hasta la edad de 40 años y que
sus padres no eran musulmanes. El Dr. Shaikh fue sentenciado a la pena capital
bajo el cargo de blasfemia en Pakistán, y fue exonerado más tarde en su
apelación en la Corte Suprema