...


BLOG DE JUAN YÁÑEZ.., quien se complace de tenerlos por aquí...

Así los últimos serán los primeros y el primero el último: Pues muchos serán llamados, pero pocos los elegidos...Mateo 20:1-16

No somos seres humanos pasando por una experiencia espiritual.., somos seres espirituales pasando por una experiencia humana.

sábado, 27 de octubre de 2012

Compasión Presidente




  
|
ROSALÍA MOROS DE BORREGALES |  EL UNIVERSAL
sábado 27 de octubre de 2012  12:00 AM

Existe una ceguera espiritual innata en el hombre cuando se encuentra en una posición de poder. Solo aquellos que son capaces del autoanálisis, reconociendo humildemente sus propias debilidades y fortalezas pueden librarse de los terribles efectos que causa en el corazón del ser humano el sentirse superior a sus semejantes. La historia nos demuestra en miles de sus registros que la Tierra gira incansablemente, y mientras en un lado del planeta el Sol radiante calienta nuestros huesos, en el otro la noche arropa con su profunda oscuridad los sueños de los hombres. La historia nos cuenta de aquellos que siendo grandes sucumbieron a la tentación del poder ilimitado para luego precipitarse en una colosal caída.

Sin embargo, todos los seres humanos llevan grabada en su ser la ley de Dios. Todos tenemos esa luz en el alma que nos permite discernir cuándo nuestros pensamientos y acciones están alineados con la bondad. Solo que de la misma manera que el ejercicio físico practicado regularmente fortalece nuestros músculos, la practica constante del poder sin compasión va transformando el corazón en una piedra, alejándonos de las posibilidades infinitas de bien que resultarían del ejercicio compasivo en la administración del poder.

La compasión es esa capacidad que tiene el ser humano de sentirse tan vulnerable como cualquiera de sus semejantes en desgracia, la cual despierta el deseo de aliviar la pena o reducir el sufrimiento en quien lo padece. ¡Es ponerse en los zapatos del otro! Todos, de múltiples maneras tenemos el poder de sanar una herida, de aliviar el hambre, de saciar la sed, de cambiar la aflicción por alegría o llorar la pena con el alma que sufre. Pero solo algunos tienen el privilegio de ocupar posiciones de poder en las que su palabra dada en un esquema de autoridad se convierte en hechos palpables. Son estos pues los que con mayor diligencia deben ejercer la compasión como una practica que restituye las grandes grietas de la justicia humana.
Presidente, en nuestro país hay muchos a los que se les va apagando lentamente la vida detrás de las rejas. En nuestro país hay un número de presos políticos que han sido víctimas de la exacerbación de los peores sentimientos humanos. Ellos y sus familias han sufrido vejaciones que no deberían estar presentes nunca en un sistema de justicia que pretende la restitución del ser humano. Como venezolana, como madre y esposa me uno al clamor de estas familias amputadas de seres queridos. Me uno a su oración por la liberación de cada uno de ellos, y apelo a su corazón Presidente, a ese que clamó a Cristo en los momentos difíciles de su enfermedad.
Con todo respeto, le recuerdo Presidente que su historia habría sido completamente diferente si usted mismo no hubiera sido objeto del perdón, y de la compasión que muchos le mostraron cuando usted estuvo en la cárcel. Y si le es imposible sentir compasión por estos presos, piense en sus familias; piense en sus valientes esposas que los han acompañado en medio de esta terrible prueba. Usted es padre y abuelo, piense en el sufrimiento de los hijos y nietos de todos estos hombres; y sobre todo, piense en esa Tierra que gira dándoles oportunidad a todos los hombres, como usted la tuvo en su momento. A veces vivimos como si nuestras circunstancias actuales fueran definitivas y olvidamos la mano poderosa de Dios que proclama una sentencia sobre la vida de cada hombre.

"No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando tuvieres poder para hacerlo
". Proverbios 3:27.


EL BLOG OPINA
                                     Demasiado fuerte es el texto de esta nota para no despertar la compasión hasta en el hombre más duro. Bendita sea la compasión...

miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Cómo mueren los gobernantes?

gráfica: todohumor.com


MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES |  EL UNIVERSAL
miércoles 24 de octubre de 2012  12:00 AM

 Cuando el rey Felipe III de España estaba en su lecho de muerte exclamó poco antes de morir: "les ruego mis buenos amigos que en el sermón de mi funeral solo se predique acerca de cómo mueren los que gobiernan.  Que se diga que la muerte no les sirve a los gobernantes sino para tener una mayor responsabilidad por lo que han sido y han hecho.  Ojalá que yo, en vez de ser rey, hubiera vivido en un desierto rezando y sirviendo a Dios.  Iría con mucha mayor confianza a presentarme ante el juicio de Dios y no tendría tantas responsabilidades de las cuales ser juzgado".

Años antes el padre de este hombre (el rey Felipe II de España) había llamado a su hijo momentos antes de morir y, mostrándole su cuerpo muy llagado, le dijo: "mire hijo cómo se muere y acaban las grandezas del mundo".  Y añadió: "ojalá en vez de ser rey, yo hubiera sido un simple hermano lego de una comunidad. Hijo, he querido que estuvieras presente en este momento para que veas cómo trata el mundo aún a sus más poderosos gobernantes.  La muerte es para los que gobiernan como para los más pobres de la tierra.  Aquí el que haya hecho más obras buenas durante su vida y haya tratado de vivir con más santidad, ese será el que conseguirá más grandes favores de Dios".

San Alfonso María de Ligorio, dice en su libro Preparación para la Muerte y la Eternidad que: "al día de la muerte lo llamaban los antiguos: día de las grandes pérdidas'  porque en ese día se pierden las riquezas materiales que tenemos, los placeres que nos gustaba gozar, los honores que conquistábamos con nuestras obras, y los demás bienes terrenales.  Por eso San Ambrosio decía que a todos estos bienes no los podemos llamar nuestros'  porque no nos los podemos llevar con nosotros al morir.  Y que lo único que en verdad nos pertenece como propio son nuestras buenas obras, porque ellas sí nos acompañarán hasta más allá del sepulcro".

Cuenta San Antonio que cuando murió el emperador Alejandro Magno, dijo un filósofo: "el que ayer pisaba orgullosamente la tierra, está ahora cubierto por ella.  Ayer no le bastaba la tierra entera para sus deseos de dominio; hoy le bastan dos metros de tierra para cubrirlo.  Ayer guiaba por el mundo ejércitos innumerables; hoy lo llevan a la tumba unos pocos sepultureros".  Pues así terminan las glorias de este mundo.

En agosto pasado Benedicto XVI se reunió en Castelgandolfo con un grupo de políticos cristianos que participaban en el Encuentro Internacional Demócrata-Cristiano, organización que dirige el líder del partido italiano Unión del Centro, Pier Ferdinando Casini, y que representa a más de cien partidos políticos.  Allí el Papa citó un pasaje bíblico del libro de la Sabiduría: "un juicio inexorable espera a los que están arriba" (Sab 6,5) y les señaló que ese pasaje deben interpretarlo no como una amenaza sino como un impulso que anime a los gobiernos a realizar, en todos los niveles, "todas las posibilidades de bien de las que son capaces, según la medida y misión que el Señor encomienda a cada uno".

Pues así es la muerte. El día que nos llegue (que no sabemos cuándo, cómo, ni dónde será) y nos entierren (a todos por igual, solo que en distintas urnas, unas más caras que otras) lo único que nos llevaremos será lo que tengamos puesto y nuestras buenas obras.  Estas últimas son las únicas que contarán a la hora de responderle a Cristo: ¿qué hicimos con el poder y con los talentos que nos dio?  Y como dicen las Sagradas Escrituras: "a todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá, y al que le encomendaron mucho, mucho le pedirán" (Lucas 12, 39-48).

San Agustín le decía a la gente del pueblo: "no piensen solamente en el montón de riquezas que tiene ese individuo.  Piensen más bien en lo que se llevará consigo el día de su muerte". Y es que cuando la muerte nos llega, lo único que nos llevamos es el amor.  El amor que dimos, el amor que sembramos, el amor que nos ayudó a vaciarnos de tantas cosas superfluas y pasajeras para poder entregarnos a vivir para servir a los demás, como lo enseñó nuestro Señor Jesucristo.  Para vivir sabiendo que mientras más talentos y más poder Dios nos ha concedido en esta vida, más tendremos que rendir cuentas a la hora de encontrarnos cara a cara con Él a las puertas del Cielo.

Si todos los gobernantes, y personas con poder en esta tierra, vivieran pensando en esto quizás el mundo sería un poco mejor ¿no lo creen?.

mariadenissecapriles@gmail.com

EL BLOG OPINA
                           Si lucháramos con el mismo fervor  por las cosas espirituales, como acostumbramos a hacer con las materiales seríamos con toda seguridad más dignos, más valiosos y más merecedores de la gracia de Dios...

domingo, 23 de septiembre de 2012

“La conciencia habitual es muy propensa a la neurosis”


POR FABIÁN BOSOER

Las angustias personales y colectivas que más nos perturban, señala este especialista, pueden superarse con el ejercicio de la meditación, creando una energía pacífica.

23/09/12
Meditar no es escapar de la realidad sino reencontrarse con ella dentro nuestro para vivir las cosas de otro modo. Requiere, ante todo, un cambio de actitud y un pequeño esfuerzo de voluntad: unos minutos diarios dedicados a la introspección, respirando guiados por un mantra, y notaremos que se despeja nuestra mente y podemos abordar con otro talante nuestras vidas cotidianas. Nada tiene que ver con esoterismos. Alberto Loizaga, un reconocido terapeuta, doctor y psicoanalista, viene trabajando sobre técnicas de meditación desde hace 40 años y publicó varios libros sobre el tema llevándolo a cuestiones prácticas y experiencias concretas: deportistas de alto rendimiento, personas con demasiada autoexigencia, familiares que sufrieron la pérdida de seres queridos, personas que deben afrontar enfermedades terminales, empresarios en medio de marasmos económicos. El primer libro que publicó hace unos años se tituló “Ser uno mismo” y el que está por salir ahora se llama “Actitudes que sanan” (Grijalbo). Alberto Loizaga, asimismo, es médico, psicoanalista e instructor en técnicas de meditación. Graduado en Concord College (Tumbridge Wells, Kent, Inglaterra), fue jefe de residentes del Hospital de Clínicas de Buenos Aires. Hijo y nieto de médicos, tuvo una amplia trayectoria docente en la Facultad de Medicina de la UBA y hace más de veinticinco años fundó el Centro Actitudes que Sanan en Buenos Aires, pionero en el ámbito de la medicina mente-cuerpo. Toma distancia de las modas espiritualistas, pero reconoce que éste es un momento muy especial en términos de “energías sociales” y anticipa que muchos cambios deben explicarse buceando en esas dimensiones no materiales de nuestra existencia. Y lo que vale para las personas, sostiene, vale también para nuestro país.
¿La meditación se ha vuelto pasión de multitudes? 
Pienso que es un cambio de conciencia necesario. Vivimos una difusión de síntomas de malestar y problemas que afectan a nuestras vidas que se señalan como angustias, trastornos de ansiedad, depresiones, etc. También percibimos que estos trastornos no se pueden tratar desde un enfoque estrictamente psicológico, vinculado con el pensamiento, sino a través de un trabajo desde y con los sentimientos. En los jóvenes hay, por otra parte, una necesidad de explorar otros modos de buscar una vida más plena, o menos conflictuada. Y cuentan con muchos más recursos disponibles, por la información masiva que tienen, como de Facebook y Twitter, de que debe existir otra realidad diferente.
¿Encuentran una respuesta en experiencias que vienen de culturas lejanas?
¿Qué es lo que deseamos? ¿Qué es lo que queremos? La mayor parte de la gente, cuando la mente se conecta con la pregunta “¿qué queremos?” llega a la respuesta “tener algo” o “hacer algo”: tener felicidad, tener un auto nuevo, tener una pareja, ganar más dinero. “¿Y qué buscamos hacer con eso que queremos tener?” “Estar satisfechos, estar contentos”. Bien, la meditación nos permite estar satisfechos y contentos primero, y luego, hacer los cambios o crear las condiciones para alcanzar nuestros objetivos. Parecería ser un atajo y lo es, en tanto también implique un cambio de visión que no sea sólo un instrumento para manejar el deseo, sino un cambio de actitud.
¿No vivimos en una sociedad sobrediagnosticada? 
Totalmente. Vivimos bajo el imperativo de una medicina del diagnóstico y no de la medicina de la sanación.
¿Y cuál es su diagnóstico?
La conciencia habitual de los argentinos es muy propensa a la neurosis. La neurosis es una alteración mental caracterizada por la presencia de un alto grado de ansiedad que nos impide conectarnos libremente con nosotros mismos y con la realidad exterior. El miedo y la irritabilidad crean una actitud defensiva relacionada con factores conflictivos personales o ambientales que provocan un verdadero sufrimiento psíquico, no pudiendo pensar creativamente y siempre reaccionando con un mecanismo de ataque y defensa. Ocurre cuando vivimos cargados de la necesidad de elaborar pasados que se reeditan permanentemente, o futuros, promesas, de cambios improbables. Las situaciones sociales o económicas conflictivas, la sensación de inseguridad, nos ponen permanentemente a la defensiva, sin poder alinearnos en un momento donde vivir “el espacio del ahora”. Sólo en “el ahora” el ser humano puede crear una respuesta válida frente a una crisis o a un hecho que no puede cambiar por sí mismo. Debemos generar ese cambio interior, y para eso necesitamos conectarnos con un espacio propio, esa es la puerta que abrimos con la llave de la meditación.
¿Nos falta vivir “el ahora”, pero al mismo tiempo parecemos vivir el puro presente, sin posibilidades de proyectar a más largo plazo?
Nuestra cultura siempre nos ha orientado hacia afuera, y en el afuera se vive el tiempo del pasado o del futuro. Por eso el cultivo del ser debe hacer un camino inverso, en conexión con valores como la paciencia, la tolerancia, la humildad. Son aspectos del ser a los que accedemos a partir de una vivencia que tiene que apreciarse, no se puede percibir sólo con los ojos del cuerpo. En esa apreciación, surge otra realidad exterior también. Vivimos en dos mundos distintos. Si uno tiene conciencia de sí mismo surgen sentimientos en un movimiento que va de dentro nuestro hacia afuera. Si uno los ignora, seguirá buscando manejar su vida desde los pensamientos. Y los pensamientos solos generan juicios, castigos, separación. Lo que el argentino vive permanentemente es la conciencia enjuiciativa de sí mismo o de los demás, y eso crea un ciclo vicioso.
Este cambio que usted plantea para los individuos, ¿cómo se manifiesta en lo colectivo, en el nivel de la sociedad?
Suele haber prevenciones con la meditación cuando se la ve como una actividad egoísta o individualista, y es totalmente lo opuesto. Cuando medito me conecto con lo que comparto con el otro, y esa vivencia es una energía de la conciencia humana en sí misma, una plataforma que nos hace vivir asistidos del sentimiento de ser vida. Es cierto que en el proceso meditativo uno intenta desadaptarse de la realidad, pero para acercarse a otra realidad que es la realidad de lo profundo.
¿De qué realidad nos estamos escapando o saliendo, y a qué realidad aspiramos a entrar?
Queremos escapar del desorden, del caos, del apego, de la superficie frívola de los hechos, de la falta de opciones, de la felicidad que se busca en las apariencias, en el éxito, en el tener más; nos apartamos de esos ideales que llevan a la frustración o a la desilusión, para querer el aprecio del otro. Con lo que queremos vivir y conectarnos es con lo real que somos, pero que no está en el escenario exterior, porque lo que yo vivo y siento necesita una plataforma que es invisible. De ahí surgen algunas verdades: la primera es que el sufrimiento existe, el caos existe, el conflicto y la ansiedad existen; pero la segunda es que hay un camino para trascender ese sufrimiento y que surge de la propia conciencia humana, que nos lleva, a través de la meditación, a lo que llamamos “iluminación”. Es el darse cuenta de que uno tiene luz interior, que somos el reflejo de nuestra propia creación y que podemos transformar el mundo exterior desde nuestra propia participación.
¿Cómo se compatibiliza esta filosofía -llamémosla “orientalista”- con la teoría psicoanalítica?
En la regla fundamental del psicoanálisis, Freud, más allá de toda la teoría instintiva sobre el origen de la neurosis, tiene un hallazgo maravilloso que es la escucha de la asociación libre de ideas. Y cuando a un ser humano se lo escucha surgen estímulos conscientes que son las palabras, pero también surge una plataforma de escucha, y meditar es escucharse, para soltar los pensamientos y permanecer atentos a la base, a la conciencia que escucha los propios pensamientos. En ese proceso, para la sanación del paciente, la escuela psicoanalítica actual puede integrar la escucha freudiana con la meditación. La experiencia de permanecer atentos escuchándonos ya crea el efecto terapéutico. En ese punto en común yo puedo hablar y ese aspecto en común es el que me permite sentirme mejor. Si yo como terapeuta me encuentro con un paciente y lo escucho, estoy dispuesto a hacer el cambio, abierto a esta oportunidad de aprendizaje que se me brinda.
¿Qué es meditar? 
Meditar es conectarse con la propia conciencia, distinguirse de los pensamientos y permanecer en la esencia, en lo profundo, en lo que perdura. Es una técnica que se realiza con distintos procedimientos. El más efectivo es el de repetir un sonido que no tiene significado intelectual, que se llama “mantra”. Hay diferentes mantras y cada uno tiene el suyo, dependiendo la fecha en que nacimos y nuestra edad. A su vez, hay unos para niños, otros para jóvenes, y diferentes para adultos, y ancianos. El efecto del mantra es guiarnos en la meditación para lograr dos objetivos: la profundización y la limpieza de las distracciones. Lo opuesto a meditar es estar distraído y pensando en lo que pasó o en lo que va a pasar, aferrado o asustado.
Copyright Clarín, 2012.

EL BLOG OPINA
                             Meditar es un ejercicio mental, que al igual que un ejercicio físico,  mantiene tanto la mente y el cuerpo en armonía. Los vaivenes de la vida alteran nuestro humor. Nos desconsolamos cuando no alcanzamos a  tener paz con nosotros mismos y ello genera depresión, angustia, un estado de infelicidad permanente. No es posible salir de ello si no desarrollamos nuestra fuerza interior. La naturaleza nos dotó de herramientas para sobreponernos ante estas crisis. Están en nuestro interior y encontrarlas es nuestra tarea. Meditar es apartar lo negativo que genera la mente, es un acto de higiene mental para que nuestros pensamientos sean positivos. No podemos cambiar lo externo, pero si podemos adecuar nuestra mente para encontrar una salida a las crisis que se presentaren. La meditación es una llave hacia el pensamiento espiritual. Cuando serenamos la mente, mediante este ejercicio mental alcanzamos paz y seguridad en nosotros mismos. Cuando ello se logra, la espiritualidad se manifiesta libremente. Somos seres esencialmente espirituales y nada ni nadie puede alterar nuestra conciencia. Obremos con humildad y practiquemos los principios de la espiritualidad. Uno de ellos es el servicio al Creador. Identifiquémonos con esa energía, porque somos parte de ella y ocupémonos de desarrollarla día a día. La paciencia es una de las herramientas más valiosas y la fe, nuestra más eficaz arma ante la debilidad de espíritu. Dios oye, Dios está siempre a nuestro lado. Seamos valientes, no flaqueemos ante la existencia. La vida es lucha; se lucha contra aquello que opaca la virtud. Mediante la esperanza aprendemos a confiar en la Suprema Voluntad, la que jamás defrauda. Así se alcanza la felicidad, que no es otra cosa que la paz con nosotros mismos, con todo lo que nos rodea y naturalmente con Dios... 

viernes, 31 de agosto de 2012

El estres no está en el trabajo ni en el tráfico, está en tu mente...





Estuvimos a solas con la coordinadora de El Arte de Vivir para Latinoamérica y España. Una mirada sobre el mundo actual, las nuevas tecnologías y la “moda” de las técnicas de meditación y respiración. El domingo 9 se realizará una meditación masiva en Dorrego y Figueroa Alcorta. Clarín.com y Entremujeres transmitirán el evento en vivo.
Sabrina Díaz Virzi 
sdiazvirzi@agea.com.ar | @sabridiaz
  • 4
“Nadie me pidió que fuera budista ni hinduista, ni me dijeron que deje mi carrera o a mi familia. Nada más me enseñaron a quitar las tensiones, a quitar el estrés, las broncas, las quejas, todo eso que pasa por la mente que nadie sabe manejar”. La que habla es la periodista Beatriz Goyoaga, y se refiere a su experiencia con la fundación El Arte de Vivir, de la cual hoy es instructora y coordinadora en Latinoamérica y España.
Enfundada en su clásico chal beige, Bea –como la llaman amorosamente sus colegas- habla despacio y sin apuro. Sostiene una sonrisa todo el tiempo, como si estuviera en su propio cumpleaños, de festejo y rodeada por su gente más querida. De nacionalidad española –aunque se fue de su país a los 17 años-, dice que es ciudadana del planeta y es reticente a develar su edad. Después de entrevistar a personalidades como Nelson Mandela o la reina Isabel de Inglaterra, una charla con el fundador de El Arte de Vivir, Sri Sri Ravi Shankar, cambió su vida. “A mí me impactó porque nunca me pidió que yo cambiase mi vida”. Estuvimos a solas con ella.
En la actualidad hay numerosas técnicas que buscan alcanzar el bienestar de las personas. ¿Las propuestas de El Arte de Vivir tienen que ver con esta moda?
La respiración es patrimonio de la humanidad, no es una moda. Se usa desde hace 200 años para los partos sin dolor, para las personas que tienen miedo a volar, para los que quieren expander su capacidad o relajarse; si vas al médico y te tienen que operar, te dicen ‘respirá profundo’, ‘respirá hondo’. Es decir, la respiración existe desde hace milenios, lo que hizo El Arte de Vivir es ponerlo en un contexto moderno y pragmático. Los resultados son pragmáticos, porque hoy la gente quiere resultados ya: si te querés cambiar el pelo, remodelar tu casa o que te aumenten el sueldo, lo querés ya, nadie tiene paciencia para que sea más adelante. Esto es lo que le está dando a El Arte de Vivir este gran auge, ya que la gente cuando termina sus programas de meditación y respiración, se siente inmediatamente más serena, elimina sus toxinas, se siente más tranquila y con mayor capacidad de sonreír. También mejora sus relaciones de pareja (a todo nivel, sexual como a nivel de trato, emocional), porque si estás alterado, nervioso o de mal humor, las relaciones en la cama también son terribles. O sea, el beneficio que te otorga la respiración y meditación es tangible y pragmático. Por eso es que está haciendo furor.
Para aquellas personas que no hicieron el curso y para aquellas que lo tienen un poquito abandonado, ¿cómo es posible liberarse del estrés?
A nivel intelectual, podemos comenzar a tomar responsabilidad por nuestras emociones. Exigimos que nuestro marido nos haga feliz, que el trabajo, que los niños o el dinero nos hagan felices. Y tú eres el responsable de tu felicidad, eres tú el que tiene que ocuparse de ser feliz en el día a día, a pesar de las circunstancias. Porque ser feliz cuando todo está bien en la luna de miel es muy fácil, pero ser feliz cuando las castañas arden y cuando las circunstancias son adversas, eso es de sabios. Pero claro, uno no puede decir “voy a ser feliz, voy a ser feliz”: hay una ley natural de la mente que dice “lo que uno resiste, persiste”. Es decir, si tú quieres algo con mucha fuerza, vas a empujarlo para el otro lado. Pero, tenemos cosas indirectas (como la meditación o la respiración) que ayudan, y te dan las herramientas para poder ser feliz a pesar de las circunstancias. El primer paso es darse cuenta de que el estrés no está en el tráfico, ni en el trabajo, ni en las peleas, ni en la falta de medios. El estrés está en tu mente. Eres tú el que tiene que arreglar la mente para poder atravesar las crisis.
¿El estrés surge de la mano de la tecnología, en compañía de esta vida “rápida”?
Ya teníamos estrés antes de la tecnología, pero le llamábamos de otra manera. El estrés es la fluctuación de la mente entre el pasado y el futuro. Lo que pasa hoy es que queremos conseguir más cosas que antes no queríamos conseguir: queremos que el niño aprenda karate, antes nadie sabía lo que era karate, el niño salía a jugar en el patio con las piedras y las botellas vacías; todos queremos tener un coche, y el coche también te causa problemas; todos tenemos que trabajar porque el nivel económico no da para que uno no trabaje, esto te quita muchas horas del día y también queremos hacer deporte. Antes no importaba si el cuerpo está “fit” o no está “fit”, pero hoy todos somos concientes del look, de cómo queremos estar... Entonces, ese desequilibrio que hay entre las demandas de la mente (“tengo que”) y la capacidad que tienes para cumplirlas te causa ansiedad. Antes te conformabas con salir a tomar un té con una amiga, no trabajabas, arreglabas la casa, y si eras varón, trabajabas, pero tenías espacios de ocio… Hoy en día tenemos tantos estímulos. No solo es la tecnología, también es el deporte, el dinero… Queremos más, queremos evolucionar, queremos ser intelectualmente brillantes, y todo este “tener que” y “querer” es lo que produce la ansiedad de no poder cumplir.
En este sentido, ¿por qué creés que somos tan inconformistas? Pareciera que nunca llegamos a tener lo que queremos.
Es uno de los grandes problemas de la humanidad: no estar conforme con lo que te ha tocado. Una de las principales herramientas para ser feliz es aceptar lo que te ha tocado, porque las cartas no las puedes cambiar. Si ya naciste en una familia equis, ya no la puedes cambiar; si naciste en un país determinado, ya no lo puedes cambiar. Aunque hay ciertas cosas que sí están en tu mano: puedes mejorar tu trabajo, tus estudios…
En febrero de este año se realizó en la India la 5° Conferencia Internacional de la Mujer y vos estuviste allí. ¿Cuál dirías que es el rol de la mujer hoy?
El rol de la mujer en la sociedad es impactante, es mucho más poderoso que el rol del hombre. El hombre pasa de la mamá, a la novia, a la esposa y a la hija si se queda viudo. La mujer tiene muchísimas más agallas que el hombre. Si las mujeres estuviesen a cargo de los países habría menos guerras, la mujer no tiene esa violencia que tiene el hombre. Hay mujeres violentísimas, peor que los hombres, pero me refiero en general, como género, hay menos violencia. Si dejáramos que las mujeres lideren las empresas, habría más distribución, porque las mujeres están acostumbradas a distribuir una barra de pan entre los nueve niños. De alguna forma, esto también se está revirtiendo: hace 50 años no teníamos los roles que hoy tenemos: hay mujeres presidentas, juezas, médicas. Esto está cambiando, son los ciclos de la historia.
EL BLOG OPINA: 
                                  Simplemente es así, es imposible desterrar el estrés mientras no se comprenda el significado de la vida. Vivir es un esfuerzo constante que puede acarrear problemas e insatisfacciones.  Mientras no se acepte la vida tal como es, inútil será  comprenderla y sumamente difícil soportarla. Todo puede mejorarse con tesón y esfuerzo. La vida da esas oportunidades constantemente. 

jueves, 9 de agosto de 2012



SANTA TERESA DE JESÚS
 Juan Yáñez
                                           Luego  de leer los primeros versos del poema que antecede al título de la nota, surge en nuestro ánimo dedicar unas breves palabras a su autora: Santa Teresa de Jesús quien naciera en Ávila, comunidad autónoma de Castilla y León, España en 1515. Por su lugar de nacimiento también se la conoce como Teresa de Ávila.  Fue fundamentalmente esta dama una religiosa y a la par  una escritora talentosa. Desde sus primeros años mostró Teresa un idealismo intenso hacia la vida religiosa. Hubieron de pasar muchos años, hasta que tomara los hábitos a pesar de la oposición paterna. Ingresa en el convento de la Encarnación y la vida claustral la enferma y debe recuperarse fuera de ella.  Lo logrará a pesar de permanecer durante dos años completamente tullida y se  recuperará, según sus propias  palabras, por intercesión de  San José y  se integrará nuevamente al convento de manera seglar, como era costumbre en aquella época, puesto que la clausura solo se impuso como obligatoria a partir de 1563. Luego de diversas alternativas, que la hacen llegar a un estado de extrema aflicción, en el que decide hasta abandonar la oración. Tiempo después y según su testimonio se le apareció Jesucristo, reprendiéndola por sus acciones. A pesar de ello no rectificará de inmediato. Es entonces que en 1542, a partir de una visión de Cristo crucificado que dará comienzo a su loable y a la vez controvertida reforma de la orden carmelita, descontenta por la distorsión de las normas impuesta por el Papa Eugenio IV. A partir de allí decide dedicarse a reformar las reglas monásticas para regresar a las prácticas de pobreza, austeridad y clausura que forman el autentico espíritu Carmelitano. Muchas controversias y tribulaciones hubo de soportar la santa hasta el final de su vida,  principalmente por las jerarquías religiosas y de otros intereses ajenos, allí inmiscuidos. 

Gráfica: biografiasyvidas.com

Es esencialmente su labor literaria, el testimonio más palpable de su calidad espiritual,  el que ha perdurado  hasta nuestros días. Se evidencia su fuerte personalidad por la espontaneidad de su narrativa, que además de sincera, y objetiva, es capaz de interesar hasta al ser mas lego. Utiliza un lenguaje natural, locuaz y sencillo, propio del habla familiar de su región castellana  y lo hace con un particular y aparente descuido del conversar llano de la gente corriente que habita en los pueblos. Jamás tenía por costumbre releer lo escrito y anotaba con su pluma espontáneamente como  salía de su corazón. Su doctrina al igual que sus oraciones son concretas, libre de artilugios, unas sencillas palabras para descubrir la singularidad de Cristo, su condición y entereza humana. Recordamos a Teresa a través de su escritura, principalmente por su prosa y también por su poesía. Todo ello impregnada por un estilo pleno de galanura y llaneza, evidentemente hablada más que redactada. 
 Existen también en su escritura rasgos de humor y una viva descripción de las imagines e idiosincrasias de las personas de su entorno y circunstancia. Su obra puede ser leída con el mayor deleite y no carecerá de una solemne y gratificante emoción.

Obras en prosa:
Libro de mi Vida
Camino de Perfección
El Castillo Interior o Las Moradas
Las Fundaciones.
Poesía:
Mi Amado para Mi
Muero porque no muero
Hermosura de Dios
Vuestra soy
Loas a la Cruz
Nada te Turbe
                                                

sábado, 30 de junio de 2012

Falsos Gurús - fraude y corrupción

Autores: agnosisdevelada.com

gráfica: fmlopez48.wordpress.com

                      
                             La imagen que se tiene de un Maestro espiritual es la de un hombre de grandes valores, de intachable reputación que está entregado a instruir desinteresadamente a los demás en las verdades espirituales. Es, por lo tanto, paradójico contemplar como algunos Gurús buscan poder y reconocimiento y se afanan en aumentar su número de prosélitos o están enzarzados en luchas por controlar el monopolio del mercado espiritual, del cual extraen buenos beneficios económicos. Algunos creen que es natural que el ser humano busque prosperar, pero parece extraño comprobar que muchos Gurús, en lugar de esforzarse por cultivar la espiritualidad, se concentran únicamente en hacer crecer sus grupos, expandir su organización lo más posible y satisfacer su gigantesco apetito egocéntrico.

Sobre las paradojas de los gurús habló largo y tendido Joel Kramer quien hizo notar que mientras los gurús predican el desapego del mundo, ellos mismos se vuelven dependientes de los privilegios asociados a su alta posición y su concentración de poder. También hay líderes que explican que es posible, o incluso recomendable, permanecer en la sociedad para extraer sus enseñanzas, pero también sus riquezas y otros beneficios, que parecen ser fervientemente codiciados por muchos Maestros. Según Kramer, los Gurús no están exentos de la sombra de corrupción que planea sobre toda actividad humana. La coartada del Maestro espiritual es su presunta actividad desinteresada en pro de la humanidad y sus valores espirituales. Nobles ideales que sirven para confundir al público y enmascarar su fin egoísta.

Los numerosos escándalos públicos y las noticias en los medio de comunicación de sus abusos y crímenes apoyan el argumento de que la mayoría de Gurús modernos representan un enorme fraude. La imagen del Maestro espiritual de hoy en día se suele comparar con la de un comercial u hombre de negocios que va de puerta en puerta ofreciendo un producto espiritual que espera sea atractivo y de consumo masivo. En lugar de vender seguros, oferta la posibilidad de conocer la verdad, salvar el alma o vivir emocionantes experiencias espirituales.
agnosisdevelada.com › La Nueva Era Develada › Gurús Develados

EL BLOG OPINA
                                   Estamos de acuerdo con este mensaje, la mayoría de los gurús modernos representan un enorme fraude. La espiritualidad que transmiten es tan fatua como interesada. Se apoyan en los grandes maestros y se comparan con ellos. Todos dicen ser reencarnaciones divinas para sustentar su engaño. Han hecho y aún hacen mucho daño a aquellos que por inseguridades o necesidades psicológicas u otros motivos, caen en sus redes. Estos seres timadores despojan a sus seguidores de todo lo aprovechable, para su propio beneficio; esclavizan a sus víctimas, disponen de su voluntad, de sus bienes, de su trabajo, los  someten a sus caprichos y explotación sin límite. También los humillan, castigan, con el mayor desprecio; en muchos casos, los flagelan,  los violan o abusan sexualmente, degradan su personalidad, amor propio, valores y hasta lo destruyen en cuerpo, mente y alma, por completo, sin misericordia. Son confirmados  psicópatas, delincuentes, criminales, sin la menor dignidad, valores, compasión, ni sentimientos.  Son simuladores de espiritualidad, Se autodenominan reencarnaciones de grandes maestros, con lo que embaucan a sus víctimas, de hecho poseen un extraordinario poder de atracción. Acertado es compararlos con el propio demonio, quien adopta  aspecto humano y se oculta tras una pérfida  máscara de santidad..
                         

sábado, 12 de mayo de 2012

El cura Brochero, ahora más cerca de ser santo


El cura Brochero recorría la sierra a lomo de burro.

12/05/12. CLARÍN
Dicen que por las malas palabras que solía usar -que hoy no serían tan malas- y ser un fumador empedernido, el proceso de canonización se demoró durante muchos años. Pero, ahora, finalmente, el legendario sacerdote cordobés José Gabriel Brochero, conocido popularmente como “el cura Brochero”, está apenas a un paso de ser declarado beato.
Esto es así porque una junta médica del Vaticano acaba de reconocer que un niño superó de “un modo inexplicable para la ciencia” las graves consecuencias de un accidente en Córdoba -que incluyó paros cardiorrespiratorios prolongados- luego de que su familia le rezara al cura pidiendo su intercesión ante Dios para el restablecimiento del chico.
Para la Iglesia, ello es atribuible a un milagro, que es un requisito imprescindible para que un candidato a los altares llegue al primer peldaño de veneración: beato. Además de que debe estudiarse minuciosamente su vida -y sus escritos- para establecer si vivió la fe de un modo heroico, en cuyo caso es declarado Venerable (Brochero lo fue en 2004).
Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Río Primero, Córdoba (ver Paso cordobés). Cuarto hijo de diez criados en una familia católica, se ordenó sacerdote en 1866. Como ayudante de la catedral de Córdoba, le tocó confortar a los afectados por una epidemia de cólera. Maestro en filosofía, fue prefecto de estudios del seminario local.
En 1869 asumió el extenso Curato de San Alberto, donde 10.000 habitantes vivían en medio de grandes carencias, a 2.000 metros de altura. Allí desarrolló una enorme tarea evangelizadora y social. Entre sus edificaciones se destacó una casa de ejercicios espirituales por la que pasaron más de 40.000 fieles. Los traía desde la ciudad de Córdoba en una travesía a lomo de mula en caravanas de hasta 500 personas.
Además, construyó 200 kilómetros de caminos, fundó pueblos, varias iglesias y un colegio. Logró también que se abrieran oficinas de correo y hasta proyectó un ramal ferroviario.
Ahora, sólo resta que una comisión de teólogos estudie la relación causa-efecto entre la oración pidiendo la intercesión de Brochero y la curación para que sea declarado beato, lo que ocurriría antes de fin año. 

EL BLOG OPINA
                                 El cura Brochero fue un personaje legendario que llena las páginas de la historia y la leyenda de su país. Un cura que vivió al lado de su pueblo, evangelizándolo y con cristianas esperanzas de mejorarles la calidad de vida. Un hombre de credo, con dinamismo, pujanza y mensaje. Se nos ocurre que  a él jamás se le abría ocurrido llegar a ser “un santo de estampita”.  Con toda seguridad le bastaría con cumplir su tarea evangelizadora y educadora para gloria de Dios, quien allí lo puso a cumplir su misión. Se le reconoce suficientemente su santidad, pero los hombres no conformes con ello, quieren convertirlo en un “santo con patente”, como si la santidad dependiera de voluntades terrenas que exigen burocráticos trámites y gestiones para cumplir con su mandato.