LA FILOSOFÍA,
LA MÁS SIMPLE Y SABIA DE LAS CIENCIAS
Sócrates es
casi un personaje literario. El protagonista de los inmortales Diálogos Platónicos
era viejo y por ello la imaginación occidental representa siempre a Sócrates anciano,
a la vez lo sorprende discutiendo incasablemente con otros atenienses en el
Ägora, en el gimnasio, en las asambleas populares y a los festines que le
convocaban sus amigos aristocráticos. Era por entonces pobre, testarudo e
irritante, capaz de convencer a un héroe de la guerra, Laques, de que no sabía
que era la valentía, de demostrar al modesto Carmides que ignoraba lo que era
la modestia y de beber y hablar sobre el amor en un banquete durante toda la
noche y mientras sus contertulios iban cayendo dormidos uno tras otros. La
Mayéutica A excepción de unos cuantos
maravillados discípulos. Debía ser tomado por loco por la mayoría porque no
obtenía ningún rendimiento económico de su abnegada tarea como educador de la
juventud e incluso reprendía duramente a los sofistas que negociaban sobre su
saber y vendían a los hijos de los nobles con aspiraciones políticas el arte de
la palabra embaucadora.
Sócrates era
hijo del escultor Sofrónico y de la comadrona Fernaleta. Aprendió del oficio de
su madre el arte el arte de DAR A LUZ las
ideas que el hombre lleva en su interior, a través de examen y el diálogo. Su
profunda honestidad y la coherencia de su pensamiento le granjearon la
admiración de sus discípulos, entre ellos al célebre Platón y el odio de los sofistas
y algunos políticos,