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La imagen que se tiene de un Maestro espiritual es la de un hombre de grandes valores, de intachable reputación que está entregado a instruir desinteresadamente a los demás en las verdades espirituales. Es, por lo tanto, paradójico contemplar como algunos Gurús buscan poder y reconocimiento y se afanan en aumentar su número de prosélitos o están enzarzados en luchas por controlar el monopolio del mercado espiritual, del cual extraen buenos beneficios económicos. Algunos creen que es natural que el ser humano busque prosperar, pero parece extraño comprobar que muchos Gurús, en lugar de esforzarse por cultivar la espiritualidad, se concentran únicamente en hacer crecer sus grupos, expandir su organización lo más posible y satisfacer su gigantesco apetito egocéntrico.
Sobre las paradojas de los gurús habló largo y tendido Joel Kramer quien hizo notar que mientras los gurús predican el desapego del mundo, ellos mismos se vuelven dependientes de los privilegios asociados a su alta posición y su concentración de poder. También hay líderes que explican que es posible, o incluso recomendable, permanecer en la sociedad para extraer sus enseñanzas, pero también sus riquezas y otros beneficios, que parecen ser fervientemente codiciados por muchos Maestros. Según Kramer, los Gurús no están exentos de la sombra de corrupción que planea sobre toda actividad humana. La coartada del Maestro espiritual es su presunta actividad desinteresada en pro de la humanidad y sus valores espirituales. Nobles ideales que sirven para confundir al público y enmascarar su fin egoísta.
Los numerosos escándalos públicos y las noticias en los medio de comunicación de sus abusos y crímenes apoyan el argumento de que la mayoría de Gurús modernos representan un enorme fraude. La imagen del Maestro espiritual de hoy en día se suele comparar con la de un comercial u hombre de negocios que va de puerta en puerta ofreciendo un producto espiritual que espera sea atractivo y de consumo masivo. En lugar de vender seguros, oferta la posibilidad de conocer la verdad, salvar el alma o vivir emocionantes experiencias espirituales. agnosisdevelada.com › La Nueva Era Develada › Gurús Develados
EL BLOG OPINA
Estamos de acuerdo con este mensaje, la mayoría de los gurús modernos representan un enorme fraude. La espiritualidad que transmiten es tan fatua como interesada. Se apoyan en los grandes maestros y se comparan con ellos. Todos dicen ser reencarnaciones divinas para sustentar su engaño. Han hecho y aún hacen mucho daño a aquellos que por inseguridades o necesidades psicológicas u otros motivos, caen en sus redes. Estos seres timadores despojan a sus seguidores de todo lo aprovechable, para su propio beneficio; esclavizan a sus víctimas, disponen de su voluntad, de sus bienes, de su trabajo, los someten a sus caprichos y explotación sin límite. También los humillan, castigan, con el mayor desprecio; en muchos casos, los flagelan, los violan o abusan sexualmente, degradan su personalidad, amor propio, valores y hasta lo destruyen en cuerpo, mente y alma, por completo, sin misericordia. Son confirmados psicópatas, delincuentes, criminales, sin la menor dignidad, valores, compasión, ni sentimientos. Son simuladores de espiritualidad, Se autodenominan reencarnaciones de grandes maestros, con lo que embaucan a sus víctimas, de hecho poseen un extraordinario poder de atracción. Acertado es compararlos con el propio demonio, quien adopta aspecto humano y se oculta tras una pérfida máscara de santidad...